Campaña AntiPetro de Ingrid Betancourt podría ser demandada por plagio.
La campaña de Ingrid Betancourt acaba de entrar en terreno pantanoso.
Su estrategia política llamada “Selección AntiPetro” con camisetas amarillas que evocan a la Selección Colombia desató un huracán de críticas porque el logo que la acompaña se parece, y mucho, al de la tradicional gaseosa Colombiana de Postobón, una de las marcas más reconocidas del país.
El diseño, con su tipografía ondulada, colores llamativos y estética prácticamente calcada, generó incendios en redes sociales y puso a más de un abogado a revisar el caso con lupa.
Según expertos consultados, Betancourt podría estar caminando directo hacia un lío jurídico.
La Decisión 486 de la Comunidad Andina que regula las marcas establece el ius prohibendi, que permite al titular de una marca impedir el uso de signos similares cuando generen confusión o se aprovechen del prestigio de la marca.
Y Postobón, dueña de Colombiana, es especialmente celosa con su identidad visual: si llega a considerar que ese logo induce a error o pretende montarse en la recordación del producto, tendría argumentos de peso para una acción legal.
El punto clave está en si los elementos visuales que se asemejan la forma, la tipografía y la estética general están registrados por Postobón como marca figurativa o mixta. Si es así, la empresa tendría el terreno despejado para una demanda; si no, aún podría actuar, pero tendría que demostrar que el público asocia de manera inequívoca esos rasgos con la gaseosa Colombiana, lo que también tendría respaldo jurídico.
Y mientras todo esto pasa, la campaña de Betancourt ha terminado convertida en motivo de burla nacional.
En redes sociales circulan memes, parodias y comentarios que se ríen del diseño, del nombre y del tono futbolero de la propuesta.
La “Selección AntiPetro” no solo abrió un debate legal, sino que se volvió el chiste del día en un país donde el humor político es deporte nacional.



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