DESARTICULAN ESTRUCTURA CRIMINAL QUE ENVIABA DROGA DESDE COLOMBIA A EUROPA.
La FiscalÃa General de la Nación, con apoyo de la DijÃn, la Guardia Civil de España y Europol, desbarató una estructura criminal liderada por los hermanos Pedro Pablo Prada —alias Black Jack— y Santiago Prada —alias Marcos—, pertenecientes al Clan del Golfo. Usaban una empresa fachada de exportación de fruta para traficar cocaÃna y lavar millonarios recursos ilÃcitos.
¿Cómo operaba la red?
La droga era enviada desde puertos marÃtimos de Colombia —como Turbo (Antioquia), Santa Marta (Magdalena), Barranquilla (Atlántico), y Cartagena (BolÃvar)— y también desde Ecuador.
Los destinos finales eran paÃses europeos como Bélgica, Francia, Holanda y España.
Para dar apariencia legal al negocio, los investigados constituyeron lo que se conoce como sociedades de papel, empresas inmobiliarias, del sector tecnológico, de la construcción y, sobre todo, exportadoras de fruta. Una de estas últimas funcionaba como el frente para mover la cocaÃna.
Además, se reporta que la organización utilizó testaferros, empresas fantasmas, y movilizó activos también a través de billeteras virtuales y cuentas que ocultaban su verdadero origen.
Capturas, medidas judiciales y bienes embargados
Alias Black Jack y Marcos fueron capturados en España, al igual que Carlos Ariel Zuluaga Lema alias Cejas, luego de que se emitieran notificaciones rojas con ayuda de Interpol.
En Colombia, fueron detenidos Brenda Yineth Pineda Bedoya, conocida como “La Contadora”, y Jimmy GarcÃa Solarte, en MedellÃn y Pereira respectivamente.
Se les imputaron los delitos de lavado de activos y concierto para delinquir.
Se ordenaron medidas cautelares de embargo, secuestro, y extinción del poder dispositivo sobre 17 inmuebles rurales, 8 urbanos, 15 vehÃculos, 5 sociedades y 4 establecimientos de comercio. Estos bienes están ubicados en Pereira (Risaralda), Cartagena (BolÃvar) y Bogotá.
Magnitud de los dineros lavados
Los investigadores estiman que el grupo logró blanquear al menos 182 mil millones de pesos colombianos.
Otro dato es que algunos de los bienes incautados o afectados por medidas judiciales están valorados en 53 mil millones de pesos.
Importancia del caso
Este caso evidencia cómo grupos criminales usan negocios aparentemente legales —en este caso la exportación de fruta— como fachada para traficar drogas y lavar dinero. Las fronteras marÃtimas, los sistemas financieros internacionales, las empresas fantasmas y la cooperación internacional resultan piezas clave tanto para la operación delictiva como para su desmantelamiento.
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